La mezcla explosiva entre el alcohol y los automotores se remonta a su pasado en la Universidad de North Carolina: el año previo a su junior year y su explosión en los Tar Heels, explosión que le llevaría a ser seleccionado con el número cinco del draft de 2009. Lawson se declaró culpable por beber y conducir. El alcohol en sangre fue únicamente de 0,3 - el máximo permitido en el estado de Carolina del Norte es de 0,8 -, una cantidad suficiente para un menor de edad. Veinticuatro horas de servicio comunitario fueron su castigo.
Con la consecución de su fin máximo, una carrera profesional en la NBA, cualquiera diría que sus andanzas con el alcohol y los coches serían cosa del pasado. Nada más lejos de la realidad. En enero de este año fue arrestado en Denver, la ciudad en donde juega con los Nuggets, por el mismo motivo. Y, para más inri, la fiscalía estatal sacó a relucir que el jugador originario de Maryland había tenido otro suceso del mismo corte en el estado de Missouri.
Ty Lawson al volante con unas copas de más en un mínimo de tres ocasiones. Se puede cambiar un poco el refrán para que cuadre con nuestro relato: no hay cuatro sin tres. Esta semana le han arrestado por - sorpresa - conducir bajo los efectos del alcohol en la ciudad de Los Angeles. Colorado, Missouri y ahora, California. El base de los Nuggets está citado en Denver hoy día viernes 17 por su anterior infracción, la de enero. Si es considerado culpable, se enfrenta a una pena de prisión de hasta 1 año y 10 días.
Todo esto viene a culminar un año malo para Lawson. La franquicia acabó muy lejos de los playoffs solo con 30 victorias en 82 encuentros. Su media anotadora descendió, al igual que su porcentaje de tres puntos. Además, el equipo de Colorado no parece contar con él a largo plazo, ya que seleccionó a uno de los bases con más explosividad y talento de este draft: Emmanuel Mudiay. Marc J. Spears, uno de los gurús del mundo informativo de la NBA, afirmaba, de hecho, que los Nuggets solo pedían una primera ronda y algún jugador joven por Ty Lawson. Hay que recordar que solo tiene 27 años. Eso sí, aún tiene un contrato restante de 26 millones de dólares por 2 años, hecho que puede ser una carga muy pesada para apostar por él. Lo cierto es que en los días previos a su detención había poco interés por hacerse con sus servicios.
La lista de casos en los que el alcohol o las drogas han mermado o directamente dilapidado las carreras de jugadores en la NBA, bien merecería otro post que espero no tardar en sacar a la luz. Nombres que se pierden incluso en la mente del más fanático del baloncesto americano. Kleon Clark, por ejemplo, en un tribunal declaró que "nunca jugó un partido sobrio"; ni uno en los cortos seis años que duró su periplo en la mejor liga del mundo. Micheal Ray Richardson fue expulsado de la liga en 1986 por tres controles antidrogas suspendidos, y dos más tras el perdón efímero del Comisionado de la NBA en 1988. Incluso Chris Mullin se enfrentó a Don Nelson por sus problemas con el alcohol precisamente en ese mismo año, su tercera temporada en la NBA. Por fortuna para los enamorados de este deporte, una rehabilitación fue suficiente para que Mullin nunca más tomara un trago en su vida y nos regalase 13 temporadas más de su inigualable muñeca, sobre todo desde la línea de tres puntos.
Vin Baker es otro exjugador que sufrió la adicción del alcohol y ahora rehace su carrera como asistente técnico de los Bucks en la Summer League de Las Vegas. Se ha mostrado compreensivo con el guard de los Nuggets. "Me gustaría poder hablar con él" - afirmaba para Yahoo Sports: "Es una lucha, es real y no debe tomarse a la ligera ".
No hay duda del talento que atesora el - por ahora - base titular de los Nuggets. Prueba de ello son sus 9,6 asistencias por encuentro, marca que le valió para ser el tercer máximo asistente de la liga esta temporada. Que el alcohol sea a o no un problema para el propio Ty Lawson todavía está por ver.